DESCRIPCION DEL TOUR:
FIESTA NACIONAL DE LA VENDIMIA
El vino fue motivo para el desarrollo de diferentes actividades artísticas en la provincia de Mendoza, dando origen a una de las más representativas: la “Fiesta Nacional de la Vendimia”; que tiene como objeto revalorizar la tarea del viticultor de transformar la vid en vino, el reconocimiento del trabajo popular y el origen de la tradición y festejo de un pueblo que durante todo un año se preocupa para la obtención de este noble producto.
¿Qué es la Vendimia?
La fiesta madre es un mega-espectáculo de luz y sonido que tiene lugar cada año –desde 1963– en el Frank Romero Day, un teatro a cielo abierto enclavado entre cerros. El festejo culmina con la elección de una Reina Nacional, un preciado cetro que se disputan 17 de las 18 candidatas que representan a los departamentos provinciales (Capital no compite). Un dato no menor: en 2011 la revista National Geographic colocó a la vendimia mendocina en el segundo lugar de su Top 10 Harvest Festivals, detrás del Día de Acción de Gracias estadounidense.
¿Por qué se celebra?
Desde los primeros vestigios de civilización la humanidad sintió la necesidad de agradecer y venerar la creación, la fertilidad y la abundancia de la tierra que sustenta la vida. Así es que la vendimia se trata, en parte, de un culto a la generosidad de la Madre Tierra, relacionado con antiguas culturas en las que la mujer era la principal protagonista. De hecho, la figura religiosa central de la vendimia es una mujer: la Vírgen de la Carrodilla, la “patrona de los viñedos” que precede los desfiles.
¿Por qué se celebra en Mendoza y no en otra zona vitivinícola?
Mendoza es el epicentro de la vitivinicultura argentina. Con 160.000 de las 220.000 hectáreas cultivadas con viñedos en toda su extensión, es responsable de 11,7 de los 15,5 millones de hectolitros de vino que se elaboran en Argentina y tiene dentro de su territorio al menos el 70% de las bodegas elaboradoras del país.
¿Cuándo comienza y cuándo termina la vendimia?
Dura en total unos cinco meses, si se cuenta desde el primero hasta el último festejo. Mirado con detenimiento, el desarrollo festivo acompasa el ciclo de la vid. Para noviembre, cuando entra es su etapa de floración, van asomando los primeros colores vendímiales en fiestas distritales, de clubes y de barrios que eligen a sus reinas. Luego cada candidata compite por la corona de cada departamento, para medirse finalmente en el Acto Central por el cetro de Reina Nacional. Las fiestas departamentales resaltan lo propio de cada región: hay mucho folclore, reuniones de vecinos y ferias de comidas. Estas comienzan en diciembre cuando la vid entra en “cuaje” (la flor se convierte en fruto) y continúan durante todo enero, en el tiempo en que las plantas cambian de color (envero) e ingresan en su fase de maduración. El punto cúlmine llega en la primera semana de marzo, cuando son los festejos más importantes.
Bendición de los Frutos: Se trata de ceremonia de corte religioso en la que se agradece por la cosecha obtenida y el gobernador da el tradicional Golpe en la Reja del Arado que simboliza la antigua llamada al descanso del labrador. Se hace el último domingo de febrero.
Vía Blanca de las Reinas: es un colorido desfile nocturno de carruajes alegóricos que pasean a reinas departamentales e invitadas de otras provincias como la Reina del Mar, del Tomate o del Orégano. Se realiza el primer viernes de marzo.
Carrusel: tiene lugar a la mañana siguiente, por las principales calles del centro de Mendoza. Al desfile de carros de la noche anterior se suman agrupaciones gauchas, comparsas de baile de colectividades y bandas de música.
Acto Central:es un despliegue gigante de luz y sonido con la participación de casi 1000 artistas en un gigantesco escenario de entre más de 4000 metros cuadrados, rodeado de cerros iluminados y atestados de gente, que lleva sus sillitas y sus sándwiches, para ver la fiesta desde lo alto. El género podríamos decir que es musical, con línea argumental basada en Mendoza, el vino y su historia.